miércoles, 18 de agosto de 2010
El té en la Historia
Si el té forma parte de la historia y la evolución de los seres humanos, es natural, entonces, que se lo asocie, o que haya sido protagonista de algún proceso histórico. En realidad, el té fue punto de partida o excusa para uno de los procesos emancipatorios en el siglo XVIII.
Me refiero, específicamente al denominado motín del té, el cual fue el punto de partida de la rebelión de las colonias inglesas en Norteamérica contra su metrópoli, que derivó en una guerra por la independencia y en el nacimiento de una nueva nación: los Estados Unidos de América del Norte.
En el siglo XVII se habían establecido en la costa este norteamericana trece colonias con cierta prosperidad económica. Los colonos venían del viejo continente huyendo muchos de las guerras de religión que asolaban Europa, otros lo hacían para huir de su propio pasado, había delincuentes condenados a muerte e indultados si emigraban, y la mayoría, atraídos por las perspectivas de futuro y progreso que ofrecían unas tierras casi vírgenes.
La prosperidad se basaba en el comercio con Europa y con las colonias españolas de América, en la producción de algodón y tabaco y en el empleo de una mano de obra esclava, muy económica y eficiente, procedente de África. Todo ello permitió la aparición de una emprendedora clase burguesa que, con cierta autonomía, administraba y dirigía las colonias.
El origen de la protesta americana hay que buscarlo en las pretensiones de la metrópoli de gravar con nuevos impuestos a sus colonias sin que éstas pudieran enviar sus representantes al Parlamento británico. Es decir, eran considerados como ciudadanos para pagar impuestos, pero no lo eran para participar en la vida política: “Sin representación no hay contribución” era la frase preferida por los colonos.
Por eso, cuando llegaron al puerto de Boston varios cargamentos de té , sobre el que tenían que pagar sus correspondientes impuestos, los colonos americanos, disfrazados de pieles rojas, asaltaron los barcos y tiraron por la borda al mar todos los fardos que contenían el té, en total más de cuarenta toneladas. Como represalia, el gobierno inglés cerró el puerto de Boston. Los colonos por su parte rompieron relaciones con los británicos y se organizaron para la larga guerra que vendría después.
sta
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