sábado, 21 de julio de 2012

La historia de una tetera por Nuria Vilanova






Ahí les va un cuento encontrado en el sitio de Nuria Vilanova. Buscando por ahí di con este relato acerca del tema que ocupa mi blog.


El sitio, donde también se encuentran reflexiones, crónicas, fotos e ilustraciones es www.nuriadevilanova.com





HISTORIA DE LA TETERA VOLADORA
Había una vez una tetera que no quería ser tetera: quería ser un cuenco tibetano. Si. Con su palo de madera y sus letras grabadas de oraciones. Ella quería cantar con el ultrasonido especial que solo saben hacer los cuencos tibetanos. Había oído ese espiritual sonido en casa de su dueña. Y desde que lo oyó, algo en su ánima de tetera cambió para siempre. Ella quería cantar así. Con ese sonido que atraviesa los cuerpos y los muros y llega al infinito.

La autoestima de nuestra tetera cayo por los suelos, ya no estaba contenta con su vida, sobre todo cuando su sky line cambió al perder su tapa.


Lo de la tapa fue un intento fallido de la tetera por morir antes de cuenta y llegar a la fase de reencarnación.


Pues ella estaba completamente segura de que en su próxima vida sería cuenco tibetano. Si no… Por qué tenía ella esas ansias terribles de serlo? ¿De dónde salía esa pulsión desenfrenada que la obsesionaba día y noche?


Por algo tenía que ser. Por algo. Seguro, seguro que era su destino. Cuenco tibetano. Cuenco tibetano. Cuenco tibetano. Cuenco tibetano. Cuenco tibetano. Cuenco tibetano…. Solo pensaba en eso. Ya se imaginaba emitiendo ese mágico sonido.


Llegó rápidamente a la conclusión de que tenía que traspasar el Umbral para volver a reencarnarse lo antes posible. Así, que un día de Noviembre del año 2010 se dispuso a volver a saltar.


Y así fue. Ahora su alma de tetera se ha reencontrado con la de su tapadera, y completas, van por el cielo de la frontera del Nepal que toca con el Tibet ocupado, esperando el momento justo en que el monje de por acabado un cuenco tibetano. Ese momento crucial en que se unen cuerpo y alma de nuevo para iniciar una nueva vida.












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