lunes, 12 de julio de 2010
El Zen y el té
El acto de beber el té es considerado como una "adoración de lo bello" entre los hechos sórdidos de la cotidiana existencia.
Dice la tradición que el monje japonés Eisai (1141-1215) llevó al Japón semillas del arbusto de te desde la China en 1168 y las plantó en los terrenos de su templo. Desde entonces. El "sendero del te" (chado) ha estado concectado con la escuela rinzai zen de Eisai y es un elemento de la cultura china cultivado y transformado por el rinzai.
En China, el té ya había sido usado para armonizar varios órganos del cuerpo. Si bien no es estrictamente religioso, el chado está íntimamente relacionado con el espíritu del zen: El zen y el té tienen el mismo sabor.
Eisai introdujo en Japón una forma del rinzai zen que persigue obtener una forma espontánea de satori (la iluminación) obtenida a través de la meditación contemplativa en todas las cosas.
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